Minutos antes de conocer a Ana, estaba
nerviosa y no sabía como hacerle las "veintipico" de preguntas que
había preparado.
Yo entrevistaría a una sobreviviente
puertorriqueña de cáncer infantil del St. Jude Children’s Research Hospital.
Tuve el gusto de conocerla como parte de la iniciativa Blogueras con St. Jude,
la cual busca conectar a blogueros y seguidores con las historias de los niños
del hospital.
Estaba muy emocionada con la entrevista
cuando vi a Ana Franchezka llegar acompañada de su abuelita, Doña Iraida y su
hermanita, Ana Patricia. Inmediatamente me di cuenta que “Franche” era
especial. Ella no me conocía muy bien, pero tenía bien clara su posición y venía
como embajadora de St. Jude. Ella quería llevar su mensaje.
La historia de Ana comenzó el 2 de abril
de 2008. Ella era estudiante de honor a punto de graduarse de cuarto año. Había
sido una niña muy saludable toda su vida hasta que comenzó con dolores de
cabeza, mareos, desbalance y vómitos. Visitó 3 pediatras diferentes que le
diagnosticaron ansiedad.
Un generalista le ordenó hacer un MRI.
Inmediatamente, la transfirieron a Centro Médico, aún sin tener una idea de lo
que le esperaba. Allí en sala de emergencias, entre pacientes con distintas
condiciones y esperando en una camilla, recibió la noticia de que tenía un
tumor cerebral justo debajo del cerebelo llamado meduloblastoma.
Un neurocirujano removió el tumor días más
tarde. "Fue un éxito pero fue como volver a nacer. A mis 17, tuve que
aprender a comer, a caminar, a escribir otra vez." Fue un proceso muy
lento.
Su familia estaba desesperada y no sabían
que hacer. Su papá consiguió información de St. Jude en Internet y pidió un
referido al radioterapeuta. El hizo su referido viernes en la mañana y esa
misma tarde, recibieron la respuesta positiva de St. Jude. Ese domingo, Ana y
sus padres salieron para Memphis, Tennessee con los pasajes de avión pagados
por el hospital.
Franchezka no pudo participar de su
graduación en Puerto Rico pero sí participó y desfiló en la escuela de St. Jude.
Allí en el hospital, hay una escuela que ofrece clases desde Kinder hasta 12mo
grado para los pacientes y sus hermanos que los acompañan en el hospital.
Franchezka tuvo permiso para asistir a su
prom en Puerto Rico. Al llegar, la recibieron con "muchas muchas
medallas". "Me sorprendió tener la puntuación más alta del College
Board de mi escuela teniendo un tumor en mi cerebro."
"En el hospital, sentía que era la
hermana mayor de todos. Yo jugaba y
cuidaba a todos."
Ana Franchezka me contó muchas memorias
agradables de su estadía allí. El día de Halloween cada clínica (o lo que
nosotros conocemos como departamento) escoge un tema para disfrazarse. En su
clínica, había una granja. Su enfermera era un caballo. Había una vaca, un
cerdo y un perro. Todos los niños estaban muy emocionados y felices por el
ambiente especial que allí crearon.
El ambiente de St. Jude es muy especial.
"Allí no hay ambulancias que asustan a los niños. Es un lugar
especial."
"St. Jude no discrimina contra nadie,
no importa si puedes pagar o no. Durante mi estadía, conocí a un niño de
Honduras. A sus 16, cruzó solo la frontera para encontrar a su hermano en
Estados Unidos. Ambos llegaron al hospital sin ropa, comida ni plan médico. Sin
embargo, el hospital lo recibió sin ninguna objeción."
"Los anuncios del hospital son muy
bonitos pero la realidad es mucho más hermoso. Es como un hospital de
Disney."
St. Jude ofrece tratamiento oncológico
para niños sin ningún costo para el paciente. "Mi tratamiento costó más de
un millón de dólares y no tuvimos que pagar absolutamente nada."
El hospital ofrece todo tipo de terapias
individualizadas para los niños, como terapia física, del habla y ocupacional.
"Tienen un área de juegos con la que todo niño soñaría." Hay salones
de música, arte, cuartos de socialización para los chicos y para sus padres,
entre otros. Allí se ofrecen clases de
todo tipo de deportes, manualidades e instrumentos musicales. "Hacen
esto para que no tengas tiempo de pensar y preocuparte."
Hablar con Ana Franchezka por más de dos
horas fue una experiencia muy especial. Fue una oportunidad para aprender mucho
sobre la gran organización llamada St. Jude Children’s Research Hospital.
Agradezcamos a Dios por nuestros niños y
ayuden a regar la voz sobre St. Jude Children’s Research Hospital y si es
posible donen lo que puedan. Historias como las de Ana ocurren todos los días.
No sabemos cuando nos puede tocar a nosotros. Es importante saber que si nos
toca, hay un lugar donde si nos pueden ofrecer un poco de esperanza. Para más
información sobre el hospital, pueden visitar St.Jude.org/español.
La felicito por esta entrevista, Franche como nosotros le llamamos es una guerrera y sobreviviente del cancer como mi hija Denisse. Nosotros tubimos la dicha de luchar junto a ella y su familia esta gran batalla del cancer. El hospital St.Jude para nosotros es un lugar de esperanza, un lugar donde habita DIOS que cuida a cada uno de esos niños y niñas que luchan por su vida. St.Jude cambio nuestra vida porque nos recibieron en ese lugar tan especial y unico en el mundo. Mi hija fue diagnosticada de OSTEOSARCOMA en noviembre del 2008 y fue St.Jude que nos llevo desde San Salvador, El Salvador a Memphis, TN sin nosotras pagar un cinco, cubrio todo el tratamiento de un año y nos dio alimentación, un lugar donde vivir sin pagar un cinco. Nunca terminaré de agradecer todo lo que hicieron por mi hija, ahora ella es otra sobreviviente como Franche pero todo lo debemos a Dios y a ese lugar llamado ST.JUDE HOSPITAL. Mis oraciones todos los dias para todas esas personas que donan su dinero y tiempo a ese hospital, por todas las personas que ahi laboran desde cientificos, medicos, enfermeras hasta las personas de mantenimiento y seguridad, todas y todos ellos son nuestros angeles de esperanza. DIOS LES PAGUE y a ud. tambien Noris. Un abrazo. Vicky desde El Salvador.
ResponderBorrar¡Qué hermosa historia! Felicitamos a St. Jude por la gran labor que realiza cada día por estos niños.
ResponderBorrarConozco un caso muy similar. Diagnosticada ya entrada en la adolecencia y volviendo a aprender a desarrollar sus destrezas. La sanación fue gracias al Hospital San Jorge y su excelente staff, su familia y Papa Dios. Es una excelente dibujante, próxima a graduarse de maestría y prepara su boda. Estas historias son verdaderamente inspiradoras y deberían movernos a ayudar un poquito más. Estos muchachos están llenos de vida y esperanzas que debemos fomentar. Gracias por este artículo que nos permite acercarnos más a estas realidades desconocidas por muchos.
ResponderBorrarTremenda historia. Se nota que Ana es muy luchadora, y gracias a Dios que existe St. Jude Hospital para poderle dar a ella y otros niños las oportunidades que quizás no hubiese conseguido en otro sitio.
ResponderBorrarMe encantó la historia y saber más detalles del hospital. Se nota que se vive la historia con pasión.
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