Tenemos una colección de crayolas rotas y estoy buscando ideas
para reducirla. Encontré en Pinterest una idea fantástica para este propósito.
Pusimos varias piedras en el horno a 350 grados por 15 minutos.
Usamos nuestras crayolas y al tocar las piedras, se derretían instantáneamente.
Fue un proceso muy divertido porque era un proceso visual muy interesante.
Obviamente, las piedras estaban calientes. Aunque no me despegué de Miss A en ningún momento, ella se quemó un poco y después no quería continuar con la actividad. No fue nada grave. No tuve que ponerle medicina ni hielo. Creo que fue solo un susto pero la senté en mi falda y continuó trabajando como si nada. Les cuento esto para que tengan cuidado con los chiquitos.
¡Espero lo disfruten!
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